Mayores automóviles fueron impulsados generalmente por un motor de vapor, que fue alimentado por la quema de gasolina. [19] La mayoría de los automóviles en uso hoy en día sin embargo, son propulsados por un motor de combustión interna, alimentado por la deflagración de la gasolina (también conocida como la gasolina) o diesel. Ambos combustibles se sabe que causan la contaminación del aire y también se responsabilizó por su contribución al cambio climático y el calentamiento global. [20] El aumento de los costos de los combustibles derivados del petróleo, el endurecimiento de las leyes ambientales y las restricciones a las emisiones de gases de efecto invernadero están impulsando el trabajo en los sistemas de energía alternativa para los automóviles . Los esfuerzos para mejorar o sustituir las tecnologías actuales incluyen el desarrollo de vehículos híbridos, eléctricos y los vehículos de hidrógeno que no liberan la contaminación en el aire.
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